Blog de Tina

"Pensamientos y reflexiones de una mente divagada..."

martes, 25 de mayo de 2010


Ya estamos otra vez, como siempre. La noche es la misma y tú apareces como un fantasma, así, sin avisar. Ya ni siquiera me pides permiso y yo me enojo, ¿sabes?, porque no tienes derecho a invadir mi soledad.
Sí, lo sé. No lo haces aposta. Quizás soy yo quien te obliga a aparecer y a retenerte en mi memoria. Pero ya sabes… es difícil. Tú lo sabes muy bien, quizás mejor que yo, no lo sé y tampoco quisiera saberlo. La ignorancia es el calmante, aunque la incertidumbre queme por dentro.

Y aquí estamos de nuevo, sin saber qué decir. Tú me explicas pero yo ya apenas te entiendo y perdóname, pero no te puedo dar una respuesta. No la encuentro. Quizás de tanto que la he buscado ya la di por perdida.
Hazme un favor. Abre la ventana y mira ahora el cielo. Ese cielo que es el mismo para todo el mundo. ¿Ves? Ese color intenso me recuerda tanto a ti… es frío, es ausente y es oscuro… pero a la vez brillante por sus miles de estrellas…
A veces lo observo durante un rato con temor. Es tan inmenso… tan desconocido… pero a la vez tan atrayente…
Espero que hoy regreses a tu rinconcito. Ahí, donde a veces te suelo dejar para que pases desapercibido. En la oscuridad del cielo, en la claridad de mi mente…