Blog de Tina

"Pensamientos y reflexiones de una mente divagada..."

martes, 1 de diciembre de 2009

La ventana...


Las 02:00 a.m. y mi inconsciencia no se había pronunciado todavía. Quise observar una vez más por aquella ventana a la cual me asomaba todas las noches, pero esta vez, el paisaje se presentaba distinto. El azul intenso del cielo se tornaba en un negro profundo y solitario. Y ni siquiera había estrellas que contemplar…
Mi instinto meteorológico me decía que el tiempo iba a cambiar, como se cambia del caluroso verano sofocado al frío invierto cortante. Algo en ese oscuro y negro cielo iba mal. Lo presentía, pero no quise ver más allá de lo que mis ojos veían, así que a las 03:00 a.m. obligué a mi inconsciencia a que hiciera acto de presencia.

Las 06:00 a.m. y mi mano izquierda sintió un leve cosquilleo frío y húmedo. Aquellos ojos felinos me miraban fijamente preocupados. Sí. Él también lo había sentido a través de sus largos y pronunciados bigotes.
Debí haber manifestado espasmos durante aquellas horas por lo que esos ojos brillantes y preocupados me estaban intentando transmitir. Y mis lamentos debieron haber sido muy fuertes y prolongados, pues su suave pelaje hacía el amago de acariciarme y tranquilizarme…

De pronto me vino un flash en forma de imagen. El cielo. Tenía que volver a mirar el cielo para comprobar que aquella catástrofe que presentí, solo pertenecía a mis más oscuras y dolorosas pesadillas.

Sentí pánico, pero sabía que tenía que hacerlo y tomar cuanto antes una decisión. Una decisión que suponía suicidar una parte de mí.
Mi cuerpo temblaba y mi mente me quería hacer creer que tenía frío. Transcurrían los segundos como fuertes latidos capaces de despertar hasta al más profundo de mis demonios. Una ráfaga de aire me erizó los vellos mientras mis manos, involuntariamente, abrieron la ventana. Lo sabía. En lo más profundo de mi ser lo estaba sintiendo. Aquel cielo oscuro y aterrador era tan real como el dolor que podía sentir en mis pulmones que se perforaban cada vez con más intensidad.

El final había llegado, tal y como yo esperaba.

Aquellos ojos felinos que me observaban con curiosidad cada vez se apreciaban más borrosos, turbios, nebulosos y húmedos…Pero esa humedad recorrió mis mejillas y comprendí que no eran ellos los que se difuminaban. Eran los míos que desesperados luchaban para no desbordarse.
Dio media vuelta y desapareció tras la puerta. Elegante y silencioso mientras contoneaba sus caderas dejando atrás aquella situación tan desesperante. Quería que le siguiera, como si quisiera mostrarme que había otra salida. Le comprendí. Comprendí que no debía volver a contemplar ese paisaje oscuro y doloroso para mis ojos.
Supe, que jamás volvería abrir aquella ventana y que mi rastro quedaría tras la puerta...

viernes, 27 de noviembre de 2009

Egoísta, individualista y asesino. Así es el ser humano


Sí. Lo sentiste tanto como yo. Lo sé y lo noto porque tus actos están muy atados a mi voluntad. Como dos marionetas manejadas mutuamente y dos muñecos para hacer vudú en manos de quienes más te quieren y los únicos que podrían hacerte sufrir. Nosotros mismos.

Dicen que todo es pasajero, que el tiempo lo cura todo. Pero el desgarre del alma y la perforación en el pecho te dejan marcas, cicatrices que te hacen recordar de una forma dolorosa dónde te dañaron.
A veces queremos moldear siluetas imposibles cuando nos damos cuenta que no tenemos barro. Flotamos en el ambiente inexistente del sentir mientras las cadenas y los hilos que cosieron tus labios te recuerdan, que no puedes volar, y que esa historia por contar, jamás será escrita.
Egoísta, individualista y asesino. Así es el ser humano que se preocupa por sí mismo sin importarles lo que los demás sientan.
Nos hacemos daño los unos a los otros asesinándonos una parte de lo que permanecía en nuestro más profundo ser. Obviando el sentimiento mutilado que le ocasionamos a los demás.
Menospreciamos, rechazamos y en ocasiones, nos burlamos de personas que nos vamos encontrando a lo largo de nuestra vida y dañamos así su integridad humana. Intencionadamente o no, asesinamos los sentimientos de los demás y no por ello somos menos asesinos que los que están en la cárcel por asesinar físicamente a otro ser humano.
Quizás el asesinado que muere físicamente no sufrirá las heridas tras la muerte, pero aquel que es asesinado psíquicamente vive torturado y moribundo en vida.
Quizás a veces nos ocurre que nos hieren y nos asesinan porque lo merecemos. Un castigo tras haber asesinado nosotros también a otras personas. Porque cuando dañamos psicológicamente a alguien las aniquilamos por el resto de sus días y las condenamos a que aquella parte que se vio dañada no reviva nunca más.
Todos hemos sido dañados pero también hemos dañado a los demás, por lo tanto, todos nos hemos asesinado, los unos a los otros. Delincuentes en la vida de los demás, es lo que somos. Pero solo nos damos cuenta de ello cuando el daño se produce en nosotros, no nosotros en los demás. Egoísta, individualista y asesino. Así es el ser humano.

“No hay mal que cien años dure y cuerpo que lo resista”

Orgullo de mujer...

    Cuando le dices y no le gusta. Cuando haces, rehaces y le rematas. Amarga rabia placentera que envenena sus sentidos y le exhortan a la dulce y sabrosa venganza de hacerte sufrir hasta los más puros límites del dolor y la angustia. Sí. ¿Por qué negar la satisfacción y el gozo que genera saborear tus lágrimas mientras el puñal atraviesa tu sensible corazón?

    Sed de venganza por el orgullo de un despecho de mujer que se alimenta de ideas y pensamientos que sutilmente llevará a cabo mientras su víctima goza de la victoria creyéndose así haber vencido y conseguido lo que deseaba. Su atención.

    Fervor cuando te ve arrastrado y afligido por los látigos de sus desprecios. Hundido y abatido rogándole tan sólo una mirada para aliviar tu dolor y tu pena. Pero ella se hace más fuerte cada vez que tú respiras con agonía.

    Jamás entregues a una mujer a los brazos del orgullo. Porque no hay nada más temido que un demonio disfrazado de mujer…

Abrázame...


Abrázame, como si de verdad me quisieras. Abrázame lento y despacito mientras rompo el cristal de mis ojos. Susúrrame palabras que llenen mi alma, como fidelidad, futuro y compromiso. Acurrúcame en tus brazos mientras mis lágrimas rocían en tu pecho. Siénteme cerca, tan cerca…y a la vez tan lejos, porque sé que te irás. Tararéame una dulce melodía mientras grito en silencio para calmar mi ansia. Recarga tu cabeza sobre la mía y dime que el sol no ilumina el día y que la luna no brilla en la noche. Miénteme.
Miénteme y abrázame solo una vez más y esta vez no digas nada. Toma mi rostro entre tus manos y sonríeme a la vez que tus ojos me miran para volver a mentirme. Sí. Miénteme otra vez, sólo una vez más y hazme feliz demostrándome que me quieres. Porque no hay herida más dolorosa que la del corazón, ni corazón más aliviado por tus mentiras. Porque no duele más el tacto de tu mano en mi mejilla sino la verdad que proclaman tus labios…Abrázame…

domingo, 23 de agosto de 2009

Lejanía...

Un poema que leí y me gustó mucho.


Lejanía, tiranía, pleitesía

Palabras inconexas, lecturas encontradas

Versos que dicen mucho

Labios que expresan nada


Un vil aguijón que pica

Y una espada que se clava

En esta armadura tenue

Que, sin rencor, brilla y calla


Terrores infantiles

Que vuelven siendo adultos

Y adúlteros del alma

Que portan pico y pala


Volcanes que en silencio eructan

Una lava que nos quema entrañas

Por un sueño que nunca anide

En esta vida amarga…

…y larga


Si a la vera de los sueños

Encumbrase la escapada

Querría despertar sombrío

Querría cercenar distancias

Querría enfilar nuestra cumbre

De tu mano, con mi espada.


Anónimo ...


martes, 11 de agosto de 2009

Sentir...


Tanto que a veces temo pensar más de la cuenta; tanto que quisiera que la tormenta de ideas se detuviera al menos un solo instante.

Tanto que tu señal es fuerte, quizás.

Me detengo inmóvil, ante la voluntad requerida y el deseo permanente. Incapaz de reaccionar al anhelo que diariamente, hora tras hora, minuto a minuto y segundo por segundo, embriaga mis sentidos.

Me pregunto una y otra vez la razón de mi contradicción. La respuesta es sincera, clara y concisa. Pero sigo sin sentirla.

Nadie oye mi plegaria. Es un grito en silencio sin remisión. Un tumulto de sentimientos. Me detengo. Envuelta en una súplica rastrera, dramática…

Sí... Esa sensación de vacío, de ausencia; de falta. Carente de significado.

Persistente y vulnerable ante la más mínima dicha.

Un arranque extraño y no previsto. Un impulso rápido que vocifera órdenes que no pueden ser ignoradas. Aquel deseo irrefrenable que me recuerda lo que tras mi sombra persigue. Un sendero de letras muertas que evocan sentimientos tan vivos como este momento.

El rugido del motor asciende por la garganta enrojeciendo la voz. Siguiendo la misma trayectoria, sin desvíos. Todo recto hacia lo justo.

Pero todo pasará como ha pasado siempre…

Lo que importa no es entender el significado de una canción en otro idioma. Tan sólo sentirla. Como estas palabras…

miércoles, 29 de julio de 2009

Ilusión compartida


Destrozando el alma
Con un suspiro entrecortado
Desbordado, que anhela el susurro desesperado
Que ligero y suave despierta con calma.

Lo que hoy digo en este momento lo digo porque lo siento, sin remordimiento ni arrepentimiento.
Lo que ocurre es que todo cambia y nada permanece, como los sentimientos que evolucionan y se transforman según las circunstancias de la vida.
Hoy amas, mañana odias. Hoy quieres, mañana sientes rencor. Hoy admiras, mañana tendrás envidia. Hoy prometes, mañana niegas. Y así fluye el transcurso de la vida alrededor de nuestros sentimientos. Puros y silenciosos, profundos y duraderos, superficiales, variables o intercambiables…

Evolucionan o decaen, según se alimenten. Es el sentir de dos almas conectadas. Con una misma ilusión. Con un mismo propósito y objetivo que siguen la misma trayectoria. Pero ese camino tiene muchas ramificaciones y en ocasiones nos desviamos, porque nos cansamos de pisar las mismas piedras, la misma tierra y los ojos se cansan del mismo paisaje.

Entonces llega la división. Y todo lo creado se destruye. No se puede esperar que un edificio se mantenga sin el cimiento que unía los pilares. Porque ese fue el motivo por el que los arquitectos se reunían para levantar una ilusión.

Enojados. La complicidad se pierde y desborda en llanto lo que esperaban.

No pongas en manos de nadie tu ilusión. Sé tu propio arquitecto de ilusiones y al mismo tiempo el obrero que con tus manos construya el edificio de tus sueños.

lunes, 27 de julio de 2009

“Ojo por ojo y te quedarás tuerto”


Llega un momento en la vida que al observar el comportamiento de las personas ya nada te sorprende. Quizás porque ya no ves nada nuevo. Quizás porque lo que ves te resulta muy familiar. Quizás porque somos más parecidos de lo que pensamos. La cuestión es, ¿por qué no podemos evitar reaccionar de determinada manera si sabemos que perjudica?


La incansable intención del ser humano por hacer daño, por hurgar en la herida, por meter el dedo en la yaga y hacer el máximo daño posible a quien un día nos quiso. Simplemente por el puro placer de verle sufrir. Por egoísmo y porque si yo no puedo ser feliz tú tampoco. Porque yo llevo la razón y tú tienes la culpa. Porque me has tocado la moral al decirme cuatro verdades. Que aunque llevaras razón yo no voy a admitirlo, porque tengo orgullo y no consentiré que quedes por encima de mí. Sólo vivo para joderte la vida y me alegro cuando te ocurre algo malo y te veo sufrir. Entonces se me viene a la mente aquella expresión de… “¿ves?, se lo tiene merecido por aquello que me hizo”. Y hasta que no ves a esa persona arrastrándose de dolor y sufrimiento no descansas tranquilo. Y aun así, siempre queremos más. Esa persona jamás tendrá suficiente, porque así es el ser humano. Orgulloso y envidioso. Rencoroso y malicioso. Rebuscado, retorcido, puñetero, escrupuloso… Es lo que nos diferencia del resto de las especies; el sentimiento del odio.


Nuestros hermanos pequeños actúan por instinto. Aún así cuando matan lo hacen para sobrevivir, para alimentarse. Cuando hieren a otro ser vivo lo hacen simplemente para defender a su manada, porque se sienten amenazados. Pero nunca por puro placer de ver sufrir al otro; NUNCA.


Si me vas a querer…quiéreme tal y como soy. Si me vas a hablar procura que tus palabras sean más hermosas que el silencio. Si me vas a mirar que tus ojos me transmitan ternura. Si me vas a tocar que sea con la misma suavidad de mi piel. A cambio prometo ofrecerte lo mismo. Porque puede que yo no reaccione como el resto de los seres humanos cuando me hacen daño, pero sé defenderme como un animal.

"O estás conmigo o estás contra mi"

Señor, hoy tengo una cosa que decirle. Aunque bien sabe que señor no va muy acorde contigo, y ni siquiera con usted. Aunque es usted una persona falsa y embaucadora. Sí sí, lo que está leyendo. Tanto hacer apología de lo que usted no considera justo y ahora se ve envuelto en víctima de sus propias palabras. Porque no eran ni creencias. Eran palabras que se las llevaba el viento simplemente para quedar bien ante los demás. Para que todos vieran lo valiente que es usted al decir las cosas tal y como son. Pero tal y como son las cosas no se las creía ni usted.

Falso, embustero, mentiroso, chismoso, impostor, charlatán… Persona con poca moral que presume y alardea de lo que en realidad no es. Y engaña a todos los que en su momento están con él. Pero cuando uno ya no es árbol que da sombra… ¡ay amigo!, qué fácil resulta cambiar de guión y actuar como una víctima.

No se sorprenda ante mis palabras. Estoy haciendo exactamente lo mismo que está haciendo usted. ¿Se siente identificado? ¿Se da por aludido? ¿No?, claro, eso es porque ningún jorobado se ve su joroba y todos creemos tener la razón. Quizás a mi me esté sucediendo lo mismo pero ten por seguro que no fui yo quien empezó este juego de palabras.

Es una desilusión descubrir después de tanto tiempo que alguien no es tan transparente como parecía ser. Pero algo ya me decía y me alertaba que fuese con precaución.

“Algunas personas son tan falsas que ya no son conscientes de que piensan justamente lo contrario a lo que dicen”

Bonita frase para concluir...

"Otra Oportunidad"



A pesar de su temprana edad, había llegado a la conclusión de que no merecía la pena seguir viviendo.


Se había llegado a convencer plenamente de que sólo poniendo fin a su existencia sería capaz de conseguir su felicidad eterna.


Desde lo más profundo de su interior, cayendo en la tentación del desahogo y envuelto por el silencio de la noche, sentía la necesidad de reflejar sus palabras en una carta. Palabras con las que intentaba transmitir sus sentimientos más profundos. Sentimientos incapaces de manifestar a sus seres más queridos y capaces de expresar en la soledad más infinita.


Había llegado a convencerse que no resultaba fácil enfrentarse a los numerosos obstáculos que se interponen en la vida. Obstáculos que frenaban sus alegrías, sus ilusiones, sus aspiraciones, en definitiva; “SU FELICIDAD”. Momentos de tristezas inexplicables a los que se iba aferrando lentamente sin encontrar una salida y que lo sumergían en la soledad más absoluta.


En sus profundos pensamientos recordó la dulce niñez por la que atravesó junto a sus padres. Esa niñez donde su única obligación era intentar divertirse e ir a la escuela. Fue la etapa más feliz de su vida.


Pero ahora la vida parecía haberle dado la espalda. Se sentía desgraciado. Hacía apenas una semana que María había decidido poner fin a la relación, y le habían dado la desagradable noticia de que en dos días iban a prescindir de sus servicios laborales.


Y además, la grave enfermedad de su padre, el cual inconsciente y como un vegetal, estaba condenado a pasar los últimos días de su vida tendido en la cama de un hospital. Echaba de menos aquellas largas conversaciones de padre e hijo de las que siempre sacaba un buen consejo, pero lamentablemente, su cerebro había dejado de funcionar desde hacía tiempo.


A esas horas de la noche ya debería estar celebrándolo pero estaba totalmente decidido. Hoy no sería ese día tan especial en el que apagaría sus velas.


Estuvo unos minutos meditando cuál de ellas le harían mayor efecto pero la indecisión que le producían los nervios le hizo ingerir las primeras que estuvieron al alcance de sus manos.


No esperaba nada de la otra vida. Sabía que una vez dormido ya no volvería a despertar jamás pero, de alguna manera, él ya se sentía muerto en vida.


Cumplido su objetivo sus ojos se fueron cerrando lentamente llegando a verse envuelto en una inmensa oscuridad. No fue consciente en ningún momento de su largo viaje hasta que comenzó a sentirse atraído por una luminosidad que le transmitía una dulzura desmedida, y lo transportaba a un hermoso lugar lleno de paz y tranquilidad. Un lugar capaz de hacerle olvidar sus angustias, sus preocupaciones, sus temores y esa desilusión por la que en ocasiones se sentía invadido.


Conmovido por esa dulzura infinita se sentía rodeado por unos brazos que le transmitían calidez, amor, ternura, seguridad. Unos brazos que un día dejaron de abrazarle para siempre y que tanto añoraba.


Sobrecogido por aquella fuerza sobrenatural que lo envolvía fue testigo en pocos segundos del transcurso de su vida, de la inmensa felicidad que había recibido de sus seres queridos y a los que iba a dejar un gran vacío del que solo él sería el culpable. No sería justo.


Era completamente consciente del lugar donde se encontraba pero, a pesar de ello, parecía no sentir miedo. Se sentía protegido por ese ser que le acompañaba en todo momento y que le transmitía paz y seguridad, mostrando ante sus ojos el verdadero significado de la vida.


Sintió la gran necesidad de volver. Comprendió con aquella dulce experiencia que a pesar de las adversidades, la vida ofrece momentos hermosos, momentos inolvidables por los que debía luchar y a los que no debía dar la espalda.


Cegado por la luminosidad que le provocaban los focos de aquel quirófano abrió sus ojos lentamente y sorprendido del lugar donde se encontraba fue consciente del error que había cometido con aquella decisión. Su momento aún no había llegado.


Habiendo transcurrido varios días y después de varias horas meditando y reflexionando sobre aquello que le había hecho cambiar de opinión, se arrodilló al borde de la cama, junto su padre.


Entre sollozos, entendió que aquel ser luminoso le había dado la respuesta. Le había demostrado que debía creer. Creer en sí mismo. Aquel ser, lo había devuelto a la vida.


Y tras darle un dulce beso en la mejilla, le susurró al oído:


" Gracias papá, por volver a darme la vida, con otra oportunidad ".


PD: A mi querida hermana. Pues juntas nos emocionamos al escribir este relato. Por lo que ella y yo sabemos.

"I want to believe"

Pero los fuertes vínculos emocionales que sienten muchas personas hacia las diversas teorías populares deben de tener una explicación diferente. No importa la cantidad de libros que se publiquen ni la abundancia de pruebas científicas que digan lo contrario: una gran cantidad de individuos continúan creyendo en el Diluvio universal, la existencia de la Atlántida o la presencia de seres espaciales en la antigüedad. Éstas son personas que quieren creer, a pesar de los testimonos. Para este tipo de individuos parece que lo importante es la naturaleza anticientífica, casi religiosa y antiinstitucional de las teorías.

"Nadie es dueño de tu felicidad", por Florencia Seguel


Nadie es dueño de tu felicidad, por eso no entregues tu alegria, tu paz, tu vida en las manos de nadie, absolutamente a nadie. Somos libres, no pertenecemos a nadie, y no podemos querer ser dueños de los deseos, de la voluntad o de los sueños de quien quiera que sea. La razón de tu vida eres tu mismo.


Tu paz interior es tu meta en la vida. Cuando sientas un vacío en el alma, cuando creas que aún te está faltando algo, aún teniéndolo todo, guarda tus pensamientos para tus deseos más íntimos y busca la divinidad que existe en ti.


Deja de situar tu felicidad cada día más distante de ti! No coloques el objetivo demasiado lejos de tus manos, abraza a los que están a tu alcance hoy. Si andas preocupado por problemas financieros, amorosos o de relaciones familiares, Busca en tu interior la respuesta para calmarte, tú eres el reflejo de lo que piensas diariamente. Deja de pensar mal de ti mismo y se tu mejor amigo siempre! Sonreír significa aprobar, aceptar, facilitar. Entonces, habrá una sonrisa para aprobar el mundo que quiere ofrecerte lo mejor! Con una sonrisa en el rostro, las personas tendrán las mejores impresiones de ti, Y tu estarás afirmando para ti mismo, que estás “próximo” a ser feliz... Trabaja, trabaja mucho a tu favor.


Deja de esperar la felicidad sin esfuerzos. Deja de exigir de las personas aquello que ni para ti has conquistado aún.


Criticar menos, trabajar más. Y no te olvides nunca de agradecer. Agradece todo lo que está en tu vida, en cada momento, inclusive el dolor. Nuestra comprensión del universo, aún es muy pequeña para juzgar lo que quiere que sea en nuestra vida.


La grandeza no consiste en recibir honores, más en merecerlos.

"Te quiero desinteresadamente"



“Seré tu amigo incondicionalmente”

“Siempre estaré ahí cuando me necesites”

“Eres mi mejor amigo”

“Te quiero así tal y como eres; con tus defectos y virtudes”

“Te quiero desinteresadamente”

“Eres un amigo de los de verdad”

“Etc, etc, etc”


¿Cuántas veces nos hemos intercambiado entre amigos estas expresiones tan profundas y capaces de conmovernos en una determinada situación?


Hace un par de días quedaba yo con Ana y en una conversación que tuvimos mientras tomábamos un café me hizo reflexionar profundamente acerca de esta palabra tan aparentemente maravillosa; “Amistad”. Las dos en algún momento de nuestras vidas nos hemos llevado alguna que otra desilusión por culpa de los que creíamos nuestros “mejores amigos” e imagino que como el resto del mundo.


Había algo que no cuadraba en esa palabra. ¿Por qué cuando conocemos a alguien tan especial nos empeñamos en hacer el típico pacto de “te querré desinteresadamente"?


Si algo he aprendido a lo largo de mi vida es que la amistad, tanto como el Amor, son los sentimientos más interesados y egoístas de toda la existencia. Me explico.


Cuando amamos a alguien creemos que lo hacemos desinteresadamente. Pero no nos damos cuenta que en nuestro interior amamos a esa persona por interés, por puro egoísmo y miramiento propio. Necesitamos unos valores que andamos buscando hasta que damos con la persona que nos lo puede ofrecer. Por eso deseamos estar con ella e intentamos retenerla para el resto de nuestra vida. Porque la necesitamos. Ella nos aporta beneficios y satisface nuestras necesidades. Nadie ama desinteresadamente. Somos unos egoístas innatos y no entiendo a veces por qué la mayoría lo niega como si fuese algo malo. “Pase lo que pase, siempre te querré” ¿¿?¿?¿? ¿Y qué ocurre cuando esa persona ya no satisface lo que andas buscando? ¿Por qué negar que somos unos egoístas y que principalmente buscamos satisfacernos antes a nosotros mismos que a los demás? ¿si es tan natural como la vida misma?


He puesto un ejemplo con el amor pero quería basarme en la Amistad. Cuando ofrecemos ayuda a nuestros mejores amigos, ¿realmente lo hacemos por ellos?, ¿o por nosotros?, pensadlo detenidamente. ¿Cómo nos sentimos cuando le ayudamos? Lo hacemos por empatía, puesto que lo que se consigue satisfaciendo el impulso de empatía, es la propia satisfacción, es el alimento de la moral de cada individuo.


La Amistad es puro egoísmo. Siempre esperamos algo a cambio. SIEMPRE. Ya sea por parte de la otra persona o sentirnos bien con nosotros mismos.


Hace años creía en ese concepto ingenuo en que una amistad se debe al amor sin medida, puro y desinteresado. Cuando vas experimentando a lo largo de tu vida nuevas amistades, eres consciente de que todos prometemos al principio y todos actuamos de la misma forma. Y llegas a la conclusión de que todo se basa en el puro interés y egoísmo. Sin egoísmo, no hay amistad ni amor.


“La base del amor a los demás, en sus diferentes variantes, es el amor a uno mismo”.


Ahora me río, cuando alguien te dice que te quiere y te ofrece tu amistad desinteresadamente. ¡Qué ingenuos!, como yo al principio. Como si hacer lo contrario fuese un pecado. Se sienten culpables con tan sólo pensarlo. Y lo que no saben es que es algo innato en el ser humano y natural. Ya lo explicaban muchos filósofos y es cuestión de abrir un poco nuestra mente, meditarlo y aceptarlo nosotros también.


Todos somos egoístas....y así debe ser. Y no olvides que el mejor amigo que puedes tener, eres tú mismo.


ACLARACIÓN: Espero que captéis el transfondo del mensaje. En ningún momento quiero dar a entender que la Amistad no existe o que la amistad no sirva para nada


Un abrazo desinteresado a tod@s!!

"Todo cambia...nada permanece"

Lo que hoy es blanco,
mañana se torna negro
por obra y gracia de los años.

Todo cambia, nada permanece.
Cuando te enamoras,
lo haces de una persona que es el hoy,
mañana es otra, como tú mismo.

Todo cambia, nada permanece,
cada vino tiene su año
y su cosecha,cada fruta, su estación,

todo animal su caliente....
.nada que ver
con el placer o la pasión.

Todo es relativo,
nada es seguro, nada permanece.

Todo cambia y el mundo es.

Las normas del universo dictan su ley,
pero a la vez
no hay norma que rija el universo,
es el constante, ir y venir
de miles de astros
que se atraen y se repelen,
que son autóctonos
y dependientes uno de otro.

Nada queda quieto
y las órbitas están expuestas
a continuos cambios
generados por el mismo
devenir del movimiento.

Por eso los sentimientos son frágiles,
están expuestos al continuo girar,
al mareo del no estar quieto.

Todo se mantiene con hilos,
delgados, frágiles, inconsistentes....
una consecuencia de que nada es eterno.

Quiero expresar que somos marionetas
expuestas al frío/calor de miles
de sentimientos efímeros,
condicionados por mil variantes
que de minuto a estación son cambiantes.

Todo cambia,.......................

nada permanece..................

¿Para qué discutimos?



Cuando discutes con alguien, lo haces con la esperanza de que te comprenda, y en muchas ocasiones, para vencerlo.


Lo que no tomas conciencia, es que eso NUNCA sucede.


Quiero que pienses en este momento ¿Cuál fue la última vez que ganaste una discusión?


Probablemente, te encontrarás con la respuesta de que nunca has ganado una discusión. Es posible que tuvieras razón, pero la otra parte nunca lo admitió ¿me equivoco?


Esto sucede, porque en una discusión, las personas no defienden sus puntos de vista…


SE DEFIENDEN ASI MISMAS.


La idea la hacen parte de su persona y aunque se den cuenta que no tienen razón, la defienden hasta el final. ¿Comprendes la inutilidad de esto? Porque cuando discutes, la otra persona no está reaccionando ante tus ideas…


Estás rozando las heridas de su pasado, en las que otras personas la humillaron y mediante la discusión la vencieron. Por eso reacciona de forma tan violenta. He aquí la historia de un profesor.


De pequeño, en el momento que quiso intervenir en una conversación de adultos, su padre le respondió “los niños no opinan”. Y se calló. Pero guardó esa herida. Cuando creció y fue padre, su hijo intervino en una discusión de adultos. Entonces, reaccionó a la herida que tenía en su niñez. Y respondió de la misma forma a su hijo “los niños no opinan”. Pero el hijo, para su sorpresa, le sacó toda una letanía de los derechos de los niños.


Atrás de una persona que discute mucho y aplasta con su lengua, hay una persona muy herida en su pasado.


La comprensión lleva al amor. Las personas subestiman el poder de cambiarse a si mismas, pero sobreestiman el poder de cambiar a otras.


Cuando veas que la discusión se hace con espíritu de aprendizaje ¡adelante! Pero si detectas que comienza a ser una guerra de egos… Retírate a tiempo. Vive tu vida conforme a tus creencias y deja vivir a los demás de acuerdo a las suyas.

"Por si las moscas"



Quisiera hablar de las moscas que merodean por la mierda. Esa mierda recién salida del “horno”, calentita, jugosa, grande, llamativa, medio sólida, medio líquida. Algunas hasta con grandes tropezones y otras hasta que apestan demasiado, apestan a una gran mierda revenida. Pero esto a las moscas no les importa en absoluto, al contrario, cuanto más huela a mierda y más grande sea ésta, durante más tiempo se podrán alimentar, porque desgraciadamente estos pobres insectos no pueden sobrevivir de otra manera.
Luego están los mosquitos, que a diferencia de las moscas, se alimentan de tu sangre. Pero éstos atacan con mucha cautela, cuando menos te lo esperas y casi sin darte cuenta, hasta que descubres al día siguiente que te han exprimido, que se han aprovechado bien de ti y te han dejado como recuerdo una gran roncha sobre tu piel, para que te arrasques y te lamentes no haber estado lo suficientemente en alerta como para poder haberle dado un buen azote antes de que se hubiesen marchado.
Y es que a veces el misterio, estos temas que tanto nos gustan a ti y a mí, que nos “unen”, que te lleva hasta aquí y te invita a leer esta editorial que ahora estoy compartiendo contigo, hace que de vez en cuando alguien se vaya de “varetas” y suelte alguna mierda apestosa.
Pero la culpa no es ni mucho menos de la mierda en sí, ni siquiera de quien la expulsa, ya que a veces se tiene esa necesidad, sino de quienes acuden como moscas a sacar todo el jugo posible de tan desagradable excremento.
¿Cuántas veces hemos visto una mierda llena de moscas y nos ha dado igual? “Qué más da, mientras no nos molesten a nosotros…” El problema está cuando esas moscas son las mismas que luego se nos posan encima para contagiarnos de la porquería.
A veces lo tenemos delante de nuestros ojos, sabemos que está ahí, vemos la mentira pero por alguna sencilla razón preferimos pasar de largo, como pasamos de la mierda. Pero ya va siendo hora de limpiar la mierda y quitarla del suelo de nuestra casa, que es el misterio, para que no se expanda como las epidemias.
Hay que saber bien leer entre líneas y espero que disculpen el vulgar vocabulario utilizado para dirigirme a éste tema en particular. Podría haber empleado el término “basura”, que es más sutil, pero considero que engañar y aprovecharse de las personas huele demasiado mal, incluso peor que la propia mierda. Así que tened preparado el insecticidas, “por si las moscas …"