Blog de Tina

"Pensamientos y reflexiones de una mente divagada..."

miércoles, 29 de julio de 2009

Ilusión compartida


Destrozando el alma
Con un suspiro entrecortado
Desbordado, que anhela el susurro desesperado
Que ligero y suave despierta con calma.

Lo que hoy digo en este momento lo digo porque lo siento, sin remordimiento ni arrepentimiento.
Lo que ocurre es que todo cambia y nada permanece, como los sentimientos que evolucionan y se transforman según las circunstancias de la vida.
Hoy amas, mañana odias. Hoy quieres, mañana sientes rencor. Hoy admiras, mañana tendrás envidia. Hoy prometes, mañana niegas. Y así fluye el transcurso de la vida alrededor de nuestros sentimientos. Puros y silenciosos, profundos y duraderos, superficiales, variables o intercambiables…

Evolucionan o decaen, según se alimenten. Es el sentir de dos almas conectadas. Con una misma ilusión. Con un mismo propósito y objetivo que siguen la misma trayectoria. Pero ese camino tiene muchas ramificaciones y en ocasiones nos desviamos, porque nos cansamos de pisar las mismas piedras, la misma tierra y los ojos se cansan del mismo paisaje.

Entonces llega la división. Y todo lo creado se destruye. No se puede esperar que un edificio se mantenga sin el cimiento que unía los pilares. Porque ese fue el motivo por el que los arquitectos se reunían para levantar una ilusión.

Enojados. La complicidad se pierde y desborda en llanto lo que esperaban.

No pongas en manos de nadie tu ilusión. Sé tu propio arquitecto de ilusiones y al mismo tiempo el obrero que con tus manos construya el edificio de tus sueños.

lunes, 27 de julio de 2009

“Ojo por ojo y te quedarás tuerto”


Llega un momento en la vida que al observar el comportamiento de las personas ya nada te sorprende. Quizás porque ya no ves nada nuevo. Quizás porque lo que ves te resulta muy familiar. Quizás porque somos más parecidos de lo que pensamos. La cuestión es, ¿por qué no podemos evitar reaccionar de determinada manera si sabemos que perjudica?


La incansable intención del ser humano por hacer daño, por hurgar en la herida, por meter el dedo en la yaga y hacer el máximo daño posible a quien un día nos quiso. Simplemente por el puro placer de verle sufrir. Por egoísmo y porque si yo no puedo ser feliz tú tampoco. Porque yo llevo la razón y tú tienes la culpa. Porque me has tocado la moral al decirme cuatro verdades. Que aunque llevaras razón yo no voy a admitirlo, porque tengo orgullo y no consentiré que quedes por encima de mí. Sólo vivo para joderte la vida y me alegro cuando te ocurre algo malo y te veo sufrir. Entonces se me viene a la mente aquella expresión de… “¿ves?, se lo tiene merecido por aquello que me hizo”. Y hasta que no ves a esa persona arrastrándose de dolor y sufrimiento no descansas tranquilo. Y aun así, siempre queremos más. Esa persona jamás tendrá suficiente, porque así es el ser humano. Orgulloso y envidioso. Rencoroso y malicioso. Rebuscado, retorcido, puñetero, escrupuloso… Es lo que nos diferencia del resto de las especies; el sentimiento del odio.


Nuestros hermanos pequeños actúan por instinto. Aún así cuando matan lo hacen para sobrevivir, para alimentarse. Cuando hieren a otro ser vivo lo hacen simplemente para defender a su manada, porque se sienten amenazados. Pero nunca por puro placer de ver sufrir al otro; NUNCA.


Si me vas a querer…quiéreme tal y como soy. Si me vas a hablar procura que tus palabras sean más hermosas que el silencio. Si me vas a mirar que tus ojos me transmitan ternura. Si me vas a tocar que sea con la misma suavidad de mi piel. A cambio prometo ofrecerte lo mismo. Porque puede que yo no reaccione como el resto de los seres humanos cuando me hacen daño, pero sé defenderme como un animal.

"O estás conmigo o estás contra mi"

Señor, hoy tengo una cosa que decirle. Aunque bien sabe que señor no va muy acorde contigo, y ni siquiera con usted. Aunque es usted una persona falsa y embaucadora. Sí sí, lo que está leyendo. Tanto hacer apología de lo que usted no considera justo y ahora se ve envuelto en víctima de sus propias palabras. Porque no eran ni creencias. Eran palabras que se las llevaba el viento simplemente para quedar bien ante los demás. Para que todos vieran lo valiente que es usted al decir las cosas tal y como son. Pero tal y como son las cosas no se las creía ni usted.

Falso, embustero, mentiroso, chismoso, impostor, charlatán… Persona con poca moral que presume y alardea de lo que en realidad no es. Y engaña a todos los que en su momento están con él. Pero cuando uno ya no es árbol que da sombra… ¡ay amigo!, qué fácil resulta cambiar de guión y actuar como una víctima.

No se sorprenda ante mis palabras. Estoy haciendo exactamente lo mismo que está haciendo usted. ¿Se siente identificado? ¿Se da por aludido? ¿No?, claro, eso es porque ningún jorobado se ve su joroba y todos creemos tener la razón. Quizás a mi me esté sucediendo lo mismo pero ten por seguro que no fui yo quien empezó este juego de palabras.

Es una desilusión descubrir después de tanto tiempo que alguien no es tan transparente como parecía ser. Pero algo ya me decía y me alertaba que fuese con precaución.

“Algunas personas son tan falsas que ya no son conscientes de que piensan justamente lo contrario a lo que dicen”

Bonita frase para concluir...

"Otra Oportunidad"



A pesar de su temprana edad, había llegado a la conclusión de que no merecía la pena seguir viviendo.


Se había llegado a convencer plenamente de que sólo poniendo fin a su existencia sería capaz de conseguir su felicidad eterna.


Desde lo más profundo de su interior, cayendo en la tentación del desahogo y envuelto por el silencio de la noche, sentía la necesidad de reflejar sus palabras en una carta. Palabras con las que intentaba transmitir sus sentimientos más profundos. Sentimientos incapaces de manifestar a sus seres más queridos y capaces de expresar en la soledad más infinita.


Había llegado a convencerse que no resultaba fácil enfrentarse a los numerosos obstáculos que se interponen en la vida. Obstáculos que frenaban sus alegrías, sus ilusiones, sus aspiraciones, en definitiva; “SU FELICIDAD”. Momentos de tristezas inexplicables a los que se iba aferrando lentamente sin encontrar una salida y que lo sumergían en la soledad más absoluta.


En sus profundos pensamientos recordó la dulce niñez por la que atravesó junto a sus padres. Esa niñez donde su única obligación era intentar divertirse e ir a la escuela. Fue la etapa más feliz de su vida.


Pero ahora la vida parecía haberle dado la espalda. Se sentía desgraciado. Hacía apenas una semana que María había decidido poner fin a la relación, y le habían dado la desagradable noticia de que en dos días iban a prescindir de sus servicios laborales.


Y además, la grave enfermedad de su padre, el cual inconsciente y como un vegetal, estaba condenado a pasar los últimos días de su vida tendido en la cama de un hospital. Echaba de menos aquellas largas conversaciones de padre e hijo de las que siempre sacaba un buen consejo, pero lamentablemente, su cerebro había dejado de funcionar desde hacía tiempo.


A esas horas de la noche ya debería estar celebrándolo pero estaba totalmente decidido. Hoy no sería ese día tan especial en el que apagaría sus velas.


Estuvo unos minutos meditando cuál de ellas le harían mayor efecto pero la indecisión que le producían los nervios le hizo ingerir las primeras que estuvieron al alcance de sus manos.


No esperaba nada de la otra vida. Sabía que una vez dormido ya no volvería a despertar jamás pero, de alguna manera, él ya se sentía muerto en vida.


Cumplido su objetivo sus ojos se fueron cerrando lentamente llegando a verse envuelto en una inmensa oscuridad. No fue consciente en ningún momento de su largo viaje hasta que comenzó a sentirse atraído por una luminosidad que le transmitía una dulzura desmedida, y lo transportaba a un hermoso lugar lleno de paz y tranquilidad. Un lugar capaz de hacerle olvidar sus angustias, sus preocupaciones, sus temores y esa desilusión por la que en ocasiones se sentía invadido.


Conmovido por esa dulzura infinita se sentía rodeado por unos brazos que le transmitían calidez, amor, ternura, seguridad. Unos brazos que un día dejaron de abrazarle para siempre y que tanto añoraba.


Sobrecogido por aquella fuerza sobrenatural que lo envolvía fue testigo en pocos segundos del transcurso de su vida, de la inmensa felicidad que había recibido de sus seres queridos y a los que iba a dejar un gran vacío del que solo él sería el culpable. No sería justo.


Era completamente consciente del lugar donde se encontraba pero, a pesar de ello, parecía no sentir miedo. Se sentía protegido por ese ser que le acompañaba en todo momento y que le transmitía paz y seguridad, mostrando ante sus ojos el verdadero significado de la vida.


Sintió la gran necesidad de volver. Comprendió con aquella dulce experiencia que a pesar de las adversidades, la vida ofrece momentos hermosos, momentos inolvidables por los que debía luchar y a los que no debía dar la espalda.


Cegado por la luminosidad que le provocaban los focos de aquel quirófano abrió sus ojos lentamente y sorprendido del lugar donde se encontraba fue consciente del error que había cometido con aquella decisión. Su momento aún no había llegado.


Habiendo transcurrido varios días y después de varias horas meditando y reflexionando sobre aquello que le había hecho cambiar de opinión, se arrodilló al borde de la cama, junto su padre.


Entre sollozos, entendió que aquel ser luminoso le había dado la respuesta. Le había demostrado que debía creer. Creer en sí mismo. Aquel ser, lo había devuelto a la vida.


Y tras darle un dulce beso en la mejilla, le susurró al oído:


" Gracias papá, por volver a darme la vida, con otra oportunidad ".


PD: A mi querida hermana. Pues juntas nos emocionamos al escribir este relato. Por lo que ella y yo sabemos.

"I want to believe"

Pero los fuertes vínculos emocionales que sienten muchas personas hacia las diversas teorías populares deben de tener una explicación diferente. No importa la cantidad de libros que se publiquen ni la abundancia de pruebas científicas que digan lo contrario: una gran cantidad de individuos continúan creyendo en el Diluvio universal, la existencia de la Atlántida o la presencia de seres espaciales en la antigüedad. Éstas son personas que quieren creer, a pesar de los testimonos. Para este tipo de individuos parece que lo importante es la naturaleza anticientífica, casi religiosa y antiinstitucional de las teorías.

"Nadie es dueño de tu felicidad", por Florencia Seguel


Nadie es dueño de tu felicidad, por eso no entregues tu alegria, tu paz, tu vida en las manos de nadie, absolutamente a nadie. Somos libres, no pertenecemos a nadie, y no podemos querer ser dueños de los deseos, de la voluntad o de los sueños de quien quiera que sea. La razón de tu vida eres tu mismo.


Tu paz interior es tu meta en la vida. Cuando sientas un vacío en el alma, cuando creas que aún te está faltando algo, aún teniéndolo todo, guarda tus pensamientos para tus deseos más íntimos y busca la divinidad que existe en ti.


Deja de situar tu felicidad cada día más distante de ti! No coloques el objetivo demasiado lejos de tus manos, abraza a los que están a tu alcance hoy. Si andas preocupado por problemas financieros, amorosos o de relaciones familiares, Busca en tu interior la respuesta para calmarte, tú eres el reflejo de lo que piensas diariamente. Deja de pensar mal de ti mismo y se tu mejor amigo siempre! Sonreír significa aprobar, aceptar, facilitar. Entonces, habrá una sonrisa para aprobar el mundo que quiere ofrecerte lo mejor! Con una sonrisa en el rostro, las personas tendrán las mejores impresiones de ti, Y tu estarás afirmando para ti mismo, que estás “próximo” a ser feliz... Trabaja, trabaja mucho a tu favor.


Deja de esperar la felicidad sin esfuerzos. Deja de exigir de las personas aquello que ni para ti has conquistado aún.


Criticar menos, trabajar más. Y no te olvides nunca de agradecer. Agradece todo lo que está en tu vida, en cada momento, inclusive el dolor. Nuestra comprensión del universo, aún es muy pequeña para juzgar lo que quiere que sea en nuestra vida.


La grandeza no consiste en recibir honores, más en merecerlos.

"Te quiero desinteresadamente"



“Seré tu amigo incondicionalmente”

“Siempre estaré ahí cuando me necesites”

“Eres mi mejor amigo”

“Te quiero así tal y como eres; con tus defectos y virtudes”

“Te quiero desinteresadamente”

“Eres un amigo de los de verdad”

“Etc, etc, etc”


¿Cuántas veces nos hemos intercambiado entre amigos estas expresiones tan profundas y capaces de conmovernos en una determinada situación?


Hace un par de días quedaba yo con Ana y en una conversación que tuvimos mientras tomábamos un café me hizo reflexionar profundamente acerca de esta palabra tan aparentemente maravillosa; “Amistad”. Las dos en algún momento de nuestras vidas nos hemos llevado alguna que otra desilusión por culpa de los que creíamos nuestros “mejores amigos” e imagino que como el resto del mundo.


Había algo que no cuadraba en esa palabra. ¿Por qué cuando conocemos a alguien tan especial nos empeñamos en hacer el típico pacto de “te querré desinteresadamente"?


Si algo he aprendido a lo largo de mi vida es que la amistad, tanto como el Amor, son los sentimientos más interesados y egoístas de toda la existencia. Me explico.


Cuando amamos a alguien creemos que lo hacemos desinteresadamente. Pero no nos damos cuenta que en nuestro interior amamos a esa persona por interés, por puro egoísmo y miramiento propio. Necesitamos unos valores que andamos buscando hasta que damos con la persona que nos lo puede ofrecer. Por eso deseamos estar con ella e intentamos retenerla para el resto de nuestra vida. Porque la necesitamos. Ella nos aporta beneficios y satisface nuestras necesidades. Nadie ama desinteresadamente. Somos unos egoístas innatos y no entiendo a veces por qué la mayoría lo niega como si fuese algo malo. “Pase lo que pase, siempre te querré” ¿¿?¿?¿? ¿Y qué ocurre cuando esa persona ya no satisface lo que andas buscando? ¿Por qué negar que somos unos egoístas y que principalmente buscamos satisfacernos antes a nosotros mismos que a los demás? ¿si es tan natural como la vida misma?


He puesto un ejemplo con el amor pero quería basarme en la Amistad. Cuando ofrecemos ayuda a nuestros mejores amigos, ¿realmente lo hacemos por ellos?, ¿o por nosotros?, pensadlo detenidamente. ¿Cómo nos sentimos cuando le ayudamos? Lo hacemos por empatía, puesto que lo que se consigue satisfaciendo el impulso de empatía, es la propia satisfacción, es el alimento de la moral de cada individuo.


La Amistad es puro egoísmo. Siempre esperamos algo a cambio. SIEMPRE. Ya sea por parte de la otra persona o sentirnos bien con nosotros mismos.


Hace años creía en ese concepto ingenuo en que una amistad se debe al amor sin medida, puro y desinteresado. Cuando vas experimentando a lo largo de tu vida nuevas amistades, eres consciente de que todos prometemos al principio y todos actuamos de la misma forma. Y llegas a la conclusión de que todo se basa en el puro interés y egoísmo. Sin egoísmo, no hay amistad ni amor.


“La base del amor a los demás, en sus diferentes variantes, es el amor a uno mismo”.


Ahora me río, cuando alguien te dice que te quiere y te ofrece tu amistad desinteresadamente. ¡Qué ingenuos!, como yo al principio. Como si hacer lo contrario fuese un pecado. Se sienten culpables con tan sólo pensarlo. Y lo que no saben es que es algo innato en el ser humano y natural. Ya lo explicaban muchos filósofos y es cuestión de abrir un poco nuestra mente, meditarlo y aceptarlo nosotros también.


Todos somos egoístas....y así debe ser. Y no olvides que el mejor amigo que puedes tener, eres tú mismo.


ACLARACIÓN: Espero que captéis el transfondo del mensaje. En ningún momento quiero dar a entender que la Amistad no existe o que la amistad no sirva para nada


Un abrazo desinteresado a tod@s!!

"Todo cambia...nada permanece"

Lo que hoy es blanco,
mañana se torna negro
por obra y gracia de los años.

Todo cambia, nada permanece.
Cuando te enamoras,
lo haces de una persona que es el hoy,
mañana es otra, como tú mismo.

Todo cambia, nada permanece,
cada vino tiene su año
y su cosecha,cada fruta, su estación,

todo animal su caliente....
.nada que ver
con el placer o la pasión.

Todo es relativo,
nada es seguro, nada permanece.

Todo cambia y el mundo es.

Las normas del universo dictan su ley,
pero a la vez
no hay norma que rija el universo,
es el constante, ir y venir
de miles de astros
que se atraen y se repelen,
que son autóctonos
y dependientes uno de otro.

Nada queda quieto
y las órbitas están expuestas
a continuos cambios
generados por el mismo
devenir del movimiento.

Por eso los sentimientos son frágiles,
están expuestos al continuo girar,
al mareo del no estar quieto.

Todo se mantiene con hilos,
delgados, frágiles, inconsistentes....
una consecuencia de que nada es eterno.

Quiero expresar que somos marionetas
expuestas al frío/calor de miles
de sentimientos efímeros,
condicionados por mil variantes
que de minuto a estación son cambiantes.

Todo cambia,.......................

nada permanece..................

¿Para qué discutimos?



Cuando discutes con alguien, lo haces con la esperanza de que te comprenda, y en muchas ocasiones, para vencerlo.


Lo que no tomas conciencia, es que eso NUNCA sucede.


Quiero que pienses en este momento ¿Cuál fue la última vez que ganaste una discusión?


Probablemente, te encontrarás con la respuesta de que nunca has ganado una discusión. Es posible que tuvieras razón, pero la otra parte nunca lo admitió ¿me equivoco?


Esto sucede, porque en una discusión, las personas no defienden sus puntos de vista…


SE DEFIENDEN ASI MISMAS.


La idea la hacen parte de su persona y aunque se den cuenta que no tienen razón, la defienden hasta el final. ¿Comprendes la inutilidad de esto? Porque cuando discutes, la otra persona no está reaccionando ante tus ideas…


Estás rozando las heridas de su pasado, en las que otras personas la humillaron y mediante la discusión la vencieron. Por eso reacciona de forma tan violenta. He aquí la historia de un profesor.


De pequeño, en el momento que quiso intervenir en una conversación de adultos, su padre le respondió “los niños no opinan”. Y se calló. Pero guardó esa herida. Cuando creció y fue padre, su hijo intervino en una discusión de adultos. Entonces, reaccionó a la herida que tenía en su niñez. Y respondió de la misma forma a su hijo “los niños no opinan”. Pero el hijo, para su sorpresa, le sacó toda una letanía de los derechos de los niños.


Atrás de una persona que discute mucho y aplasta con su lengua, hay una persona muy herida en su pasado.


La comprensión lleva al amor. Las personas subestiman el poder de cambiarse a si mismas, pero sobreestiman el poder de cambiar a otras.


Cuando veas que la discusión se hace con espíritu de aprendizaje ¡adelante! Pero si detectas que comienza a ser una guerra de egos… Retírate a tiempo. Vive tu vida conforme a tus creencias y deja vivir a los demás de acuerdo a las suyas.

"Por si las moscas"



Quisiera hablar de las moscas que merodean por la mierda. Esa mierda recién salida del “horno”, calentita, jugosa, grande, llamativa, medio sólida, medio líquida. Algunas hasta con grandes tropezones y otras hasta que apestan demasiado, apestan a una gran mierda revenida. Pero esto a las moscas no les importa en absoluto, al contrario, cuanto más huela a mierda y más grande sea ésta, durante más tiempo se podrán alimentar, porque desgraciadamente estos pobres insectos no pueden sobrevivir de otra manera.
Luego están los mosquitos, que a diferencia de las moscas, se alimentan de tu sangre. Pero éstos atacan con mucha cautela, cuando menos te lo esperas y casi sin darte cuenta, hasta que descubres al día siguiente que te han exprimido, que se han aprovechado bien de ti y te han dejado como recuerdo una gran roncha sobre tu piel, para que te arrasques y te lamentes no haber estado lo suficientemente en alerta como para poder haberle dado un buen azote antes de que se hubiesen marchado.
Y es que a veces el misterio, estos temas que tanto nos gustan a ti y a mí, que nos “unen”, que te lleva hasta aquí y te invita a leer esta editorial que ahora estoy compartiendo contigo, hace que de vez en cuando alguien se vaya de “varetas” y suelte alguna mierda apestosa.
Pero la culpa no es ni mucho menos de la mierda en sí, ni siquiera de quien la expulsa, ya que a veces se tiene esa necesidad, sino de quienes acuden como moscas a sacar todo el jugo posible de tan desagradable excremento.
¿Cuántas veces hemos visto una mierda llena de moscas y nos ha dado igual? “Qué más da, mientras no nos molesten a nosotros…” El problema está cuando esas moscas son las mismas que luego se nos posan encima para contagiarnos de la porquería.
A veces lo tenemos delante de nuestros ojos, sabemos que está ahí, vemos la mentira pero por alguna sencilla razón preferimos pasar de largo, como pasamos de la mierda. Pero ya va siendo hora de limpiar la mierda y quitarla del suelo de nuestra casa, que es el misterio, para que no se expanda como las epidemias.
Hay que saber bien leer entre líneas y espero que disculpen el vulgar vocabulario utilizado para dirigirme a éste tema en particular. Podría haber empleado el término “basura”, que es más sutil, pero considero que engañar y aprovecharse de las personas huele demasiado mal, incluso peor que la propia mierda. Así que tened preparado el insecticidas, “por si las moscas …"