Blog de Tina

"Pensamientos y reflexiones de una mente divagada..."

jueves, 16 de septiembre de 2010

29 de Junio del 2002


Hoy te recuerdo de una manera especial, como si de ayer se tratara, cuando me abrazabas y besabas tan fuertemente que con mis pequeñas manos y entre quejidos te apartaba sin reparos. Agobiada entre tus fuertes y trabajados brazos, intentaba escapar de tu pecho. A veces me gustaba quedarme ahí un largo rato, mi oreja pegada a tu corazón, y aquel latido intenso me relajaba, aunque esa respiración me desconcertaba, sabía que algo no iba bien en ti.
Y tu olor, que después de tantos años lo sigo recordando y en ocasiones lo percibo real, como si a mi lado estuvieras, pero no, yo no creo en esas cosas.
Aquellos largos paseos por la playa al amanecer, por la orilla, me enseñabas las diferentes clases de moluscos que nos íbamos encontrando. Eras un experto en la mar. Yo te miraba y notaba en tus azules y claros ojos que ansiabas coger tu barco y cruzar el océano. Con nostalgia mirabas al infinito y yo te apretaba la mano en señal de que siempre te quedaras a mi lado. No podía imaginarme la vida sin ti.
Me enseñaste tantos valores en la vida, tantos principios. Generoso con los tuyos, porque no hay nadie que tuviese una mala palabra para ti. Tan servicial, tan honesto y trabajador. Tan positivo y valiente, porque cuando de los tuyos se trataba sacabas el león que llevabas dentro. Aventurero, arriesgado y libre como un pájaro, porque a ti nadie te ataba, necesitabas echar a volar y salir de la rutinaria jaula en la que te veías envuelto. Ahora lo entiendo porque yo llevo tu sangre y ansío de la misma forma echar a volar y escapar.
Pero ya no estás, y hoy te recuerdo de una manera especial. Te necesito y mis ojos se desbordan mientras te escribo estas palabras.
Te fuiste, me dejaste y tú de alguna forma ya lo sabías. Sabías que así sería pero yo no imaginé que ocurriera tan pronto.
Ni siquiera me dijiste adiós. Me fuiste ignorando poco a poco hasta que dejaste de hablarme y tus ojos se cerraron para adentrarse en un profundo sueño. Ya te habías ido aunque tu cuerpo permaneciera todavía aquí. Y yo ahora recuerdo tu último suspiro como un puñal que se clava una y mil veces en mi sensible y delicado corazón. Me haces tanta falta. Necesito tanto volver a sentir esa desagradable sensación de ahogo cada vez que me estrechabas contra tu pecho; “Mi niña”, decías…
Sé que nunca te volveré a ver, pero sigues vivo en mis recuerdos y hoy más que nunca, en este preciso instante, de una manera muy especial.
TE QUIERO, PAPÁ
Tu canción en mi cabeza...http://www.youtube.com/watch?v=vQRmCy6LfjI