Blog de Tina

"Pensamientos y reflexiones de una mente divagada..."

lunes, 5 de septiembre de 2011

     El silencio ensordecedor de la noche, inquieta, mientras las brumas de las tinieblas más infernales te envuelven en el manto oscuro del crepúsculo.
    Ojos vivaces sedientos de lujuria envenenada por el roce de tus dedos, salpicando el tibio aroma de los más lípidos derrames.
    Usted, que me hace agonizar en las llanuras solitarias del olvido, recluyéndome en los fondos del abismo con la esperanza de poder desatar al más pérfido de los demonios, despertando así un paisaje borroso y nebuloso ante mis ojos que, inundados y desbordados por un océano infinito de agonía, se derraman...
    No me toques sino hiéreme. No me hieras sino mátame, y haz de mi alma perdida un camino de rosas blancas y perfumadas con la fragancia de tus manos que, suaves y delicadas, adormecen mis sentidos... 
    Hay palabras que atormentan... y silencios que matan...

martes, 26 de julio de 2011

Tres...dos...uno... TIEMPO

     Hablar del tiempo nos consume, ser consciente del tiempo transcurrido nos inquieta como el pasar de estación a estación con el frío y calor.
    Dicen que es relativo pues más corto se hace cuanto más se aprecian los segundos sin embargo, el tiempo da fuertes latigazos en las yagas cuando pretendemos detenerlo.

    Con razón nos consume y sin ella nos aclara. Vivir sin órbita en un infinito universo desorientado es el tiempo de la nada.   
    Ensordecedor es su silencio que en ocasiones retumba en tu interior como la onda expansiva de un explosivo.
 
    El tiempo, con sus dulces defectos y amargas virtudes, quien nos aclara y nos confunde, quien nos hace olvidar y nos recuerda lo olvidado. A veces amigo a veces rival y con el tiempo... nuestro aliado.

martes, 3 de mayo de 2011

Cada uno a lo suyo y Dios en lo de todos...

    Hoy estoy calentita, y no en el sentido sexual de la palabra precisamente. Hoy es de esos días que te levantas después de haberte pasado una noche prácticamente en vela y dándole mil vueltas a la cabeza sobre todo aquello que te preocupa, y claro, no solo te levantas calentita sino que a la mínima, muerdes. Y más desde el día que descubrí en mis propias carnes lo que era la ansiedad, ya no aguanto ni la más mínima.

    Cada vez odio más al ser humano, cada vez me repugna más su egocentrismo y egoísmo individual. Sí. Llámenme detractora, pesimista, derrotista o agorera pero me hierve la sangre contemplar tanto cinismo suelto. Y es que cada uno va a lo suyo y a mí me parece perfecto, pero si cada uno va a lo suyo que no pretendan que los demás tampoco vayan a lo propio. Es decir, ese tipo de personas que solo quieren que se preocupen de ellos, que siempre necesitan atención, que solo acuden a ti cuando les interesan, y cuando no, ni siquiera se acuerdan de que existes. Personalmente me ha sucedido miles de veces.

    Hasta aquí bien. Se sobreentiente que somos humanos con nuestros fallos y virtudes, y yo estoy dispuesta a aceptar que así somos de egoístas y egocéntricos, pero lo que no tolero es que los demás me reprochen o reclamen que yo no lo sea. ¡¡¡¡¿¿¿¿HOLAAAA????!!!! Para empezar, en esta vida recibes lo que das, recoges lo que siembras, y ojo por ojo, diente por diente.

Sinceramente os cuento que de un tiempo para acá y por la experiencia que vas adquiriendo  en la vida, dejé de ser así. Yo ya no daba como antes, no me he preocupado por las personas ajenas a mi familia porque me harté. Comencé a mirar por mí egoístamente como veía que hacía el resto del mundo y pensé que si yo no daba tampoco podía pretender recibir, porque no sería justo, pero te vas encontrando con personas que sí son así, que quieren recibir y recibir por toda la carita de la Santísima Madre Teresa de Calcuta sin dar ni haber dado absolútamente nada en su mísera vida.

    No hace mucho le comentaba a una amiga que uno de los secretos de la felicidad en cuanto a relaciones humanas se refiere, es no esperar nunca nada, absolútamente nada de nadie, que todo lo que des sea porque realmente quieras darlo pero sin esperar nada a cambio, de esa manera no te llevarás decepciones por parte de nadie. Jamás pidas nada, en todo caso que salga de la otra persona si quiere dártelo, pero eso sí, ojo, que la gente tampoco pretenda esperar nada de ti.
Cada uno va a lo suyo y a su puta bola sin mirar quiénes van a su lado. Pues yo también hago lo mismo, oiga, pero lo que no voy a tolerar y sería capaz de mandar literalmente a la mismísima mierda aunque me quedara completamente sola en el mundo, es que pretendan que yo me convierta en una ONG obligatoriamente.

    Y reflexionas y haces un pequeño resúmen de toda tu vida y es realmente cuando te das cuenta que las únicas personas que han estado ahí aguantándote, apoyándote, comprendiéndote y ayudándote, es tu familia, con sus más y sus menos pero al fín y al cabo son quienes te quieren realmente y te ayudarán incondicionalmente. Todo lo demás, una puta mierda, así de claro, aunque también quiero dejar constancia y que quede claro que también me he encontrado con personas buenas, que te ayudan símplemente porque sí, porque su naturaleza es así de buena y porque no conocen el egoísmo. Y por ellos sí que le voy a dar un voto de confianza al ser humano, porque sé que no es perfecto pero algunos casi lo son y me lo han demostrado.

    Y ahora que cada cual haga acto de conciencia y recapacite cómo son realmente. Cuánto apoyo ha recibido de las personas y cuánto le ha dado él a los demás. Que cada cual reflexione y se juzgue así mismo y sea justo en sus actos.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Estatua de GADES

Situada en el extremo del paseo de Pery Junquera, domina la entrada al puerto gaditano; este paso y su espacio interior son producto de rellenos marinos realizados en la década de los 80, con la finalidad de ampliar el espacio portuario.
Gades, es el nombre de la ciudad en la época romana, aparece aquí como una figura de una joven desnuda que otea el horizonte del océano. Una de sus manos sirve para cubrir los ojos de los rayos del sol, la otra apoyada en la cintura; en el antebrazo izquierdo se apoya un manto que al igual que el pelo se mueve al viento.
La escultura, realizada en bronce, realista, en tamaño sensiblemente mayor que el natural, está apoyada sobre un pedestal de hormigón blanco, en el cual no hay más inscripción que GADES.

ENTORNO

La Estátua a Gades se encuentra en el Paseo Pery Junquera, en la ampliación del muelle comercial.

Fuente:  www.infocadiz.com 

¿Por qué no existió la Atlántida?

Como curiosa del pensamiento de Platón, yo diría que la clave está en otros trabajos suyos.
Siempre utilizaba los mitos en sus trabajos y además defendía ésta práctica. ¿Por qué en el Critón iba a ser distinto?.
En "La República", mientras discute sobre la falsedad como ajena a los dioses, Platón hace que Sócrates acepte la necesidad, en ocasiones, de utilizar la falsedad para alcanzar un fin honesto. Por ejemplo, dice, "es sin duda aceptable engañar al enemigo en tiempos de guerra o mentir para evitar que un loco se haga daño a sí mismo". A continuación defiende el uso de la falsedad a la hora de crear mitos: "En las fábulas, debido a nuestra ignorancia de la verdad acerca de la antigüedad, igualamos lo falso con lo verdadero todo lo que podemos, para hacerla edificante"

Casi todos los mitos que Platón relata en sus diálogos son presentados con la afirmación de que son reales.
A través del uso de afirmaciones que son literalmente falsas, Platón intenta transmitir a sus lectores conceptos que considera verdaderos. Por lo tanto, su insistencia en la veracidad de la historia que relata es un truco literario habitual en la superficie, pero a un nivel más profundo representa la convicción de Platón de la validez simbólica de las narraciones.

Además, actualmente leí que las pruebas geológicas y arqueológicas hacen imposible la existencia de la Atlántida. Los geólogos han descubierto que los fondos oceánicos están compuestos por una gran parte de basalto, mientras que las masas de tierra continental están formada de granito. Por lo tanto, ujn continente hundido debería poder ser identificado por su composición geológica. Después de muchas pruebas y estudios, los geólogos han llegado a la conclusión de que "en ninguna de las cuencas oceánicas se han encontrado rastros de una gran masa que fuera una capa de tipo continental y que pudiera sugerir la existencia de un continente sumergido"

Y pregunto yo, si en el caso de haber existido, ¿realmente fué sumergido?

jueves, 20 de enero de 2011

"Se puede ser bueno, pero no tonto" dice el refrán...

    ¿Por qué me indigno y protesto si yo en el fondo también actúo con las mismas intenciones ante el resto del mundo?
   
    Hace ya un tiempo escribí sobre las relaciones humanas, sean del tipo que fueren. Ese motor que nos impulsa, ese estímulo que nos hace actuar; el interés.
  
    Y esa perspicacia que poseo para darme cuenta de mis defectos hace que no pueda evitar la autoanálisis y autocrítica para después proyectarlo al ser humano y poder entender ese tipo de comportamiento que tanto me irrita. Así me vuelvo cada vez más tolerante, más empática y por consiguiente evito tomar decisiones imprudentes y precipitadas de las que luego pueda arrepentirme. Porque para poder entender a los demás primero hay que conocerse uno mismo y reconocer que todos somos capaces de tener los mismos sentimientos y de actuar de las mismas formas que los demás ante situaciones parecidas. Es el sentimiento de empatía aunque ésto, y egoístamente analizándolo, considero que hay que saber controlarlo, de lo contrario, siempre estaremos en desventaja emocional ante los demás y ya conocemos todos el refrán; "se puede ser bueno, pero no tonto".

    Y volviendo al desarrollo del núcleo principal, es el interés lo que nos mueve. Tuve que repetírmelo una y mil veces después de comprobar personalmente cómo algunas personas conocidas se dirigían hacia mí con algún tipo de interés personal que me molestaba.

    Quizás lo que más me molestara no haya sido el interés en sí, sino el descaro y la frescura con el que te piden algún tipo de favor de forma insistente; ""Por si no te habías entereado te lo vuelvo a repetir".
 
  Y vuelvo a reiterar. Quizás no es el favor en sí ni la frescura con el que te lo piden insistentemente, quizás no es eso lo que me moleste sino que llegues a darte cuenta que ese tipo de personas sólo y únicamente te tengan en consideración para cuando le hagan falta algo tuyo.
     Pero, ¿acaso no hemos llegado a relacionarnos nosotros en algún momento de nuestra vida, quizás sin darnos cuenta, a alguna persona símplemente por algún interés? A todas. Nos relacionamos por interés, sean del tipo que fueren, como ya dije anteriormente.
  
    Así que esta vez no me cabrearé, ni me indignaré ni actuaré dando pataletas cual niña de prescolar. Esta vez entenderé a mi adversario, me pondré en su lugar, le comprenderé y luego, una vez habiendo comprobado que yo también actúo igual en muchas ocasiones sin ser consciente de ello, pasaré soberbiamente de sus insistencias, porque la soberbia también forma parte del ser humano, pero ese es un tema del que ya escribiré más adelante...
Y recuerde, que "se puede ser bueno, pero no tonto".